Por tercera vez ya, en un periodo de dos años, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de San Joan d'Alacant presenta un proyecto de revisión del PGOU que ha sido sometido de nuevo al trámite de información pública, y que no ha modificado las líneas fundamentales de su propuesta, a pesar de haber recibido más de 1.000 alegaciones contrarias en las dos fases anteriores. Persiste la idea del “todo urbanizable”, confundiendo urbanización con ordenación del suelo, con la gran reclasificación estrella de este PGOU, del sector Fabraquer Sud de más de 1 millón de m2, que acogerían a más de 5.300 nuevas viviendas. Y eso a pesar de los informes contundentes en su contra de la Conselleria de Medio Ambiente, sustanciado en el Documento de Referencia, de obligado cumplimiento por parte de la administración promotora en la evaluación ambiental estratégica, que han sido desoídos por el Ayuntamiento de Sant Joan d'Alacant.

El modelo de ocupación del suelo, con un agotamiento casi total de sus 968 ha de término municipal, es claramente insostenible, pues solamente deja un 10% del total con la clasificación de suelo no urbanizable. El PGOU se aleja de las necesidades de ocupación de nuevos suelos atendiendo al crecimiento previsible de la población (actualmente no supera los 21.000 habitantes), pues prepara suelos urbanizables para una ciudad de 75.000 habitantes, con un número de viviendas (35.750) que más que triplicaría las actuales. El PGOU no contiene un estudio riguroso de población, que estime su evolución teniendo en cuenta el descenso notable que ha sufrido la inmigración y la tasa de natalidad en los últimos años debido a la crisis económica y el estallido de la burbuja inmobiliaria. El equipo redactor piensa que la definición de “ciudad comarcal de servicios” y de ciudad “dormitorio” le proporcionará un crecimiento seguro de población en el futuro. Este PGOU es un claro ejemplo de planificación desarrollista elaborada al margen de las necesidades de la población y con un solo modelo económico en la cabeza: la extensión del ladrillo.

El proyecto de PGOU supera el umbral de sostenibilidad establecido por el Reglamento de Ordenación y Gestión Territorial y Urbanística (ROGTU), de la Ley Urbanística Valenciana, que es de un crecimiento del 30% del suelo artificial para un PGOU. Esa superación en el caso del PGOU de Sant Joan d'Alacant supondría el pago por parte del Ayuntamiento, según nuestras estimaciones, de unos 8,65 millones de euros en concepto de cuota de sostenibilidad. El PGOU no contempla ese pago. Tampoco atiende e incumple injustificadamente las determinaciones de la Ley de Ordenación del Territorio, que establece en su artículo 13.6 la cesión del “metro por metro” que se reclasifica. Esa cesión gratuita a cargo de las actuaciones en los suelos reclasificados podrían ascender a 239 ha, que es la cantidad de suelo que se reclasifica a urbano o urbanizable.