La Federación Provincial de Ecologistas en Acción de Sevilla ha denunciado la apertura ilegal de un pozo en la finca Las Turquillas, en plena Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) perteneciente a la Red Natura 2000 europea y en plena Reserva Natural del Complejo Endorreico (lagunar) de la Lantejuela, dos de las figuras de protección ambiental más estrictas existentes en la normativa ambiental. Un atentado ecológico en toda regla perpetrado por un ayuntamiento que ya cuenta con sanciones por aperturas de pozos ilegales en zonas menos sensibles. Abonar esas cuantías resulta rentable económicamente y se burla la legalidad.

Para Ecologistas en Acción se trata de conductas delictivas llevadas a cabo por instituciones públicas por la vía de los hechos consumados, en un claro ejemplo de falta de responsabilidad que raya incluso en la temeridad. Por ello se han presentado por parte de esta organización denuncias ante el SEPRONA de la Guardia Civil, la Consejería de Medio Ambiente, la Agencia Andaluza del Agua y la Fiscalía de Medio Ambiente, al objeto de depurar todas las responsabilidades de estas lamentables actuaciones municipales.

Los hechos tuvieron lugar el pasado viernes 27 de agosto en la citada finca propiedad del Ministerio de Defensa que mantiene en la zona una yeguada militar. Al parecer tanto SEPRONA como guardería de Medio Ambiente ya han comenzado sus investigaciones personándose en el lugar y corroborando la apertura de dicho pozo de diámetro aproximado 1,5 metros y una profundidad de 25 metros alcanzando el nivel freático sin disponer de las debidas autorizaciones. De hecho ya se denegó tiempo atrás un pozo similar a los mandos militares.

La intención del ayuntamiento de Osuna es poner en práctica un proyecto de agricultura ecológica en regadío de 80 hectáreas, actividades turísticas y recreativas, apertura de caminos enlazando las lagunas protegidas existentes, construcción de centro de visitantes, etc…, aprovechando el convenio que ha firmado con los militares para la cesión de unas doscientas hectáreas. Pero parece que pretende ponerlo en práctica saltándose todos los procedimientos legales establecidos de autorizaciones ambientales, estudios de impacto y sin tener en cuenta su compatibilidad legal.

Ecologistas en Acción va a exigir a las administraciones involucradas, fundamentalmente Consejería de Medio Ambiente, Agencia Andaluza del Agua y también Ministerio de Defensa, la denegación de cualquier autorización relacionada con este proyecto que a todas luces, debe pasar por los más estrictos controles medioambientales y que en gran parte, no es compatible con el espacio doblemente protegido. Las Reservas Naturales no están concebidas para el turismo, por algo son denominadas Reservas y deben mantenerse lo más aisladas posibles de la influencia humana. Esto es debido a su fragilidad como espacio y a la presencia en ellos de especies en grave peligro de extinción. No es de recibo que la manoseada excusa de los puestos de trabajo sirva para afectar gravemente a unos humedales mediante la apertura de pozos, de caminos o de infraestructuras. Ecologistas en Acción ha hecho llegar al ayuntamiento y a la Delegación de Medio Ambiente de Sevilla, un esbozo del modelo de uso que, para estas tierras, consideramos ofrece igualmente trabajo y al tiempo mejora el entorno: apostar por la agricultura ecológica de secano, una industria panificadora asociada, venta de piensos ecológicos y ganadería ecológica son las alternativas más respetuosas. Ninguna de estas instituciones se ha mostrado interesada demostrando que el entorno les importa más bien poco.

Si se apuesta por proyectos incompatibles con este sensible espacio protegido o con su marco normativo, esta organización no dudará en denunciar ante los tribunales a aquellos responsables que hagan mermar sus propiedades y valores naturales en calidad y/o cantidad.