La llegada de las fiestas se asocia con un aumento de la iluminación en calles y casas y con la subida del consumo de energía en general. Ecologistas en Acción propone algunos consejos para reducir este despilfarro y, sobre todo, ideas para pensar en un cambio de modelo. Menos luces para encender el mundo.

La crisis económica ha hecho que se reduzca en algunos casos la iluminación navideña de las grandes ciudades. Más allá de estos recortes, hay que recordar que esa crisis camina junto a otra, la ambiental; es importante subrayar que el agotamiento de recursos ya es un hecho.

Ya no podemos permitirnos el derroche de energía, el despilfarro que alcanza sus mayores cuotas estos días. El consumo se incrementa sustancialmente con luces decorativas, los transportes innecesarios en coche o el abuso de la calefacción. Algo que se suma al aislamiento térmico muy deficiente de la mayoría de las viviendas del Estado español.

Por eso Ecologistas en Acción propone que estos días sean empleados para comenzar a ensayar un cambio de modelo, basado en el ahorro y la sostenibilidad. Pequeños consejos como reducir las luces decorativas, conectar los aparatos a la red en vez de que usar pilas, reducir al máximo la utilización del coche y usar el transporte público (el coche se utiliza, en la mayoría de los casos, para trayectos que se podrían realizar a pie en menos de tres cuartos de hora) o consumir también por Navidad productos locales, cuyo traslado genera menor gasto de energía.

Más allá de estas recomendaciones, las vacaciones también pueden servir para pensar en un cambio más profundo y urgente. El modelo actual, basado en la extracción y quema de combustibles fósiles, es insostenible. El aumento del consumo, que se vende como solución a la crisis, sólo puede darse mediante el fomento de formas más caras, peligrosas y finitas, como la fracturación hidráulica o las prospecciones en alta mar.

Las alternativas pasan necesariamente por tomar medidas radicales de ahorro y fomento de las energías renovables, justo lo contrario de lo que en estos momentos hace el Gobierno. Es hora de que la ciudadanía tome conciencia de que es posible vivir mejor reduciendo el consumo, y especialmente en fechas en las que este se fomenta de manera desmesurada, se plantee disfrutar de las vacaciones de una manera más sostenible.