Ciudadanos en contra de las prospecciones de hidrocarburos en la Costa del Sol pide al Gobierno nuevamente, que se aplique el principio de precaución en base a los movimientos sísmicos que pueda producirse en el subsuelo como consecuencia de las perforaciones que la empresa Repsol realizará a escasos kilómetros de las costas mijeñas, y al igual que en Canarias, exige los mismos controles sísmicos.

Y es que, del mismo modo que quiere anticiparse a posibles terremotos en las costas de Lanzarote y Fuerteventura y obliga a la empresa Repsol a detener los trabajos si en un radio de 75 kilómetros del sondeo se produce un terremoto natural, aquí no se pueden hacer, la perforación se realizará a 8,5 kilómetros y se trata de una zona muy peligrosa en cuánto a terremotos. El proyecto debe ser eliminado.

En este sentido, Ciudadanos en contra de las prospecciones de hidrocarburos en la Costa del Sol insiste que el peligro de movimientos sísmicos en esta zona es alto, al tratarse de una zona que según revela un informe del Instituto Geográfico Nacional, es un punto sísmico caliente: se ubica entre dos placas tectónicas, la Euroasiática y la Africana.

Cabe recordar que el próximo día 20 de agosto el Ministerio de Industria tendrá que anunciar si Repsol inicia los sondeos exploratorios en febrero o en cambio aceptará la petición de la empresa de prorrogar para el 2016.

En este caso, si los trabajos empiezan en febrero consistirá en una perforación de 1.600 metros de profundidad que en su punto más profundo alcanzará un diámetro de 30 centímetros. Las excavaciones arrancarán con la inyección a presión de agua durante los primeros momentos de la intervención, y con una broca que continuará la labor.

Recordamos que el hecho de instalar una plataforma semisumergible durante un mes a escasos ocho kilómetros de la Costa es algo muy grave para sectores económicos como el turístico, al tiempo que recuerda que la intervención no se limitará a esta plataforma, sino al continuo ir y venir de enormes buques cargados de combustible para abastecer a la plataforma de Repsol, y que destruirán durante el periodo el horizonte y paisaje marino.
Continuar apostando por los combustibles fósiles sólo agravará la crisis social y ambiental que sufrimos.

Es cada vez más urgente la transición hacia un modelo energético basado en el ahorro, la eficiencia, y las energías renovables, ya no se trata de proteger al medioambiente, sino proteger una de la economía de la Costa del Sol, el turismo.