Bajo el título Movilidad urbana: ¿espacio de convivencia o campo de batalla? se abre un debate necesario en la ciudad para fomentar la movilidad sostenible.

La importancia de la movilidad en la calidad de vida de la ciudadanía y el olvido que ha sufrido esta materia por parte de las administraciones ha motivado la organización de las I Jornadas de Movilidad Alternativa de Ecologistas en Acción de Burgos. La mesa redonda que se celebrará en la sala polisón del Teatro Principal mañana 30 a las 20.00h concluye las actividades realizadas en esta edición.

Se pretende debatir sobre la importancia del modelo de ciudad en la forma de desplazarnos, las alternativas existentes para favorecer la movilidad sostenible, y las herramientas de planificación y gestión de la movilidad. Para enriquecer el debate se contará con miembros de asociaciones de peatones, ciclistas, y con la representación de la concejalía de movilidad y de la policía local.

Tras la nefasta actitud de Esteban Rebollo, concejal responsable de movilidad los últimos años, la realidad es que la movilidad sostenible ha estado ausente, sin restricciones al uso del coche y con una promoción de los medios alternativos al coche anecdótica: Se ha ampliado la oferta de plazas en el centro con la apertura del aparcamiento del museo de la evolución, no se ha logrado una reestructuración de líneas de autobuses que mejoren el servicio, no existen medidas de pacificación del tráfico que favorezca el uso de la calzada de las bicicletas ni mejoras en el carril bici, no hay atisbo de caminos escolares seguros y la accesibilidad universal sigue siendo una asignatura pendiente. A esto hay que añadir el abandono del Observatorio de movilidad, la ausencia de contenido de la Oficina de movilidad y la dejadez en la aprobación de un plan de movilidad sostenible.

El descuido de esta materia tiene importantes repercusiones locales y globales: el tráfico es la principal fuente de contaminación atmosférica en las ciudades, que tiene asociada 27.000 muertes prematuras en España; los índices de ruido son superados en la ciudad principalmente por el tráfico; las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al transporte rondan el 21%, y se reduce la seguridad de las calles, afectando a las personas más vulnerables.

La gestión de la movilidad se viene haciendo pensando únicamente en la gestión del tráfico, lo que condiciona un modelo de ciudad que no está pensada para las personas. La mejora de la calidad de vida y la recuperación de las calles para mejorar la convivencia pasa indudablemente por reducir el uso del coche. La participación de la ciudadanía en la construcción del modelo de ciudad que queremos es imprescindible, por eso se invita a todas a las personas a asistir a la mesa redonda y ser partícipes de este debate, así como la demanda de planes, estrategias y órganos de participación que pongan la movilidad sostenible en la agenda política.