Ecologistas en Acción ha reclamado hoy, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de los Humedales, que el Estado retome y ponga en marcha las obras pendientes del proyecto Doñana 2005 para que este espacio natural, Patrimonio de la Humanidad, vuelva a ser un humedal.

El proyecto Doñana 2005 surgió como respuesta al accidente de Aznalcóllar e implicaba la restauración de amplias áreas de marisma degradada, así como la recuperación de los procesos naturales en las cuencas fluviales de los diferentes afluentes a Doñana.

Una década después de su aprobación y a pesar de que las obras fueron declaradas de interés general del Estado, quedan actuaciones pendientes que son fundamentales y que han sido desechadas, en relación con el Caño del Guadiamar y el Brazo de la Torre.

Desde Ecologistas se ha alertado de que la escasez de lluvias de este último año ha motivado que Doñana esté prácticamente seca algo que antes no pasada porque el mismo nivel freático del acuífero posibilitaba el encharcamiento de las marismas.

A esta realidad hay que sumar, el desarrollo de la agricultura intensiva que ha motivado que todas las lagunas peridunares, salvo de la Santa Olalla, no tengan agua, lo que provoca que la marismas de Doñana se esté secando.

Los aportes de agua natural desde el Guadiamar y el Brazo de la Torre se han perdido, le apuntaron estos cauces y la solución a esta realidad estaba en el Doñana 2005, que consistía en la restauración hídrica de Doñana.

Estas obras eran definitivas para dicha restauración, sobre todo acciones en el Caño de Guadiamar y en el Brazo de la Torre; actuaciones que hoy día no se contemplan y que se han de recuperar y poner en marcha para que Doñana vuelva a ser un humedal, pues de lo contrario se convertirá en un desierto.

El agua en Doñana es un recurso finito y limitado y lamentamos que hasta el momento no se haya encontrado el equilibrio entre los aprovechamientos económicos y la conservación del espacio natural.