Más de 220 organizaciones, entre las que figura Ecologistas en Acción, así como algunas de la vecina Francia y Portugal, han participado en una manifestación en Madrid, para exigir a las administraciones central y autonómicas que detenga la constante matanza de lobos ibéricos que está impidiendo su recuperación en provincias en las que había sido aniquilado hasta su total extinción durante el pasado siglo XX, y que merma genéticamente su futuro allá donde no desapareció del todo.

Bajo el eslogan “Lobo vivo, lobo protegido” la manifestación lanzada por Lobo Marley, Equo, PACMA, European Greens y la Alianza Europea para la Conservación del Lobo ha reunido a miles de personas y finalizado con la lectura de un manifiesto en la Puerta del Sol.

La matanza de lobos se produce mediante los “controles” por cupos, que establecen las distintas CCAA donde habita el cánido en el norte de España, cada una con distinto criterio legal, pero para una misma especie y en ocasiones una misma manada, con excusas sin validez científica, como la de disminuir los ataques al ganado. Pero está más que demostrado que abatir lobos no consigue ese objetivo y además acrecienta el problema.

El lobo es un carnívoro social que depende del trabajo de equipo para cazar sus presas naturales, y la matanza continua y aleatoria de individuos rompe ese equipo y esa función natural, única e imprescindible como biorregulador de los ecosistemas donde habita.

Félix Rodriguez de la Fuente, cuyo aniversario coincide también en estos días, indicó el gravísimo cuello de botella poblacional que padeció el lobo a mediados del siglo XX, y que ha reducido su variabilidad genética. Esto aumenta el peligro de que una enfermedad acabe con toda la población en España y la vecina Portugal, donde si que está estrictamente protegido por ley con total normalidad desde hace varias décadas.

Para Theo Oberhuber, coordinador de campañas de Ecologistas en Acción, “la sociedad civil reclama la protección del lobo ibérico y la paralización de las matanzas de lobos, e instamos a todos los partidos políticos a que se comprometan a lograr la protección de esta especie”.

La matanza de lobos, además, perpetúa un modelo económico basado en actividades minoritarias, que solo beneficia a una élite y elimina toda oportunidad de desarrollo de otras actividades que llevarían prosperidad al mundo rural. Un lobo vivo vale mucho más que uno muerto, en términos ecológicos pero también económicos.

El lobo lleva décadas protegido en Portugal, demostrando que esa situación es posible y viable. Pero muchos de esos lobos portugueses son acribillados a tiros en cuanto entran en España.

Estas y otras razones hacen urgente la protección total del lobo en toda España, esta medida es sólo un primer paso. El objetivo general es poder recuperar para la sociedad y las futuras generaciones los beneficios de una naturaleza sana y vigorosa, en vez de dejar nuestro patrimonio de forma permanente y negligente en manos de minorías insolidarias, y por tanto en contra del interés general.