Los vecinos de Riofrío del Llano y sus pedanías, Santamera y Cardeñosa, así como vecinos de Rebollosa de Jadraque y Santiuste, volvieron a reunirse durante la pasada Semana Santa pasada para valorar las acciones a seguir ante los distintos organismos, Consejería de Agricultura y Ganadería, Confederación Hidrográfica del Tajo y Enagás, para evitar la instalación en su término municipal de una granja de cría intensiva de cerdos.

La instalación que se pretende montar en Riofrío del Llano es de las llamadas de cría intensiva y los vecinos se oponen a ser la puerta de entrada en la zona para este tipo de ganadería que invade el territorio, dejando nulos beneficios. Lo que dejan son fuertes impactos medioambientales bien conocidos por otras sufridas poblaciones afectadas en comunidades como Castilla y León, Cataluña o Murcia. En este caso, afectará a un entorno natural muy bien conservado y a la Red Natura 2000 «Valle y Salinas del Río Salado»

El volumen de excrementos de un cerdo equivale al generado por tres humanos, con la diferencia que las deyecciones de los cerdos no se depuran, se dispersan por los campos, contaminando acuíferos por saturación de nitratos y otros componentes. Los vecinos de Riofrío del Llano son conscientes de que la necesidad de suministro de agua para este tipo de granja que se pretende instalar, que junto con la emisión de gases de efecto invernadero, al igual que el volumen de purines generados, avocará al pueblo a quedarse sin agua y sin aire limpio, con el abandono final de las casas en unos años, sólo para el beneficio del porquero y la integradora que tiene detrás.

Como se recoge en un artículo publicado en el diario TerceraInformación.es y con el que Riofrío del Llano está totalmente de acuerdo:

«Las empresas de integración porcina son los tentáculos de las compañías comercializadoras de cereales y piensos compuestos con el fin de asegurarse un mercado para sus productos y fomentan el modelo ganadero intensivo. Los edificios de las granjas suelen ser un proyecto modelo suministrado por la empresa integradora, ejecutados mediante elementos prefabricados de rápida edificación en los que la demanda de mano de obra local, en caso de necesitarla, es escasa y de muy corta duración. Los lechones para engorde son suministrados por la integradora al igual que los piensos y tratamientos de sanidad veterinaria. Una vez alcanzado el estado de madurez idóneo para el sacrificio, los ejemplares son recogidos y transportados por camiones de propiedad de la integradora al matadero o por empresas contratadas por estas. Es a partir de la recepción del animal vivo en el matadero, cuando el cerdo empieza a crear puestos de trabajo con el sacrificio, despiece envasado y transformación en productos elaborados.

Es en ese territorio donde se generan la mayor parte de las plusvalías que crean una trama económica y social por los fuertes beneficios obtenidos. En la lejana zona de crianza y engorde, sólo quedan los residuos con las consecuencias ya conocidas y como mucho un puesto de trabajo a media jornada, dado el proceso de automatización de las nuevas granjas.» Por ello, Riofrío del Llano dice un «NO» alto y claro a este tipo de ganadería.

Riofrío del Llano, con el apoyo de Ecologistas en Acción Guadalajara, va a seguir luchando para no convertirse en la «lejana zona de crianza» donde sólo nos dejarán residuos y contaminación.

- Asociación Vecinos y Ayuntamiento de Riofrío del Llano y pedanías.
- Ecologistas en Acción de Guadalajara