Recientemente el medio de comunicación Público se hacía eco de una problemática de la que las agrupaciones ecologistas llevamos tiempo alertando a autoridades y ciudadanía: En la Comunidad de Madrid, y desde el cierre hace años de las plantas de tratamiento de los lodos provenientes de depuración de aguas, éstos están siendo vertidos sin su necesario tratamiento en los campos del sur de la región.

Estos residuos sin tratar producen plagas de insectos que pueden ser propagadoras de enfermedades como la leishmaniosis y son las causantes además del olor nauseabundo que llega hasta los hogares de las localidades que tienen la desgracia de sufrirlos.

Pinto es uno de esos municipios. Todos los vecinos de esta localidad detectamos a menudo desde nuestras casas los olores pestilentes de las emanaciones producidas por estos vertidos. Sin embargo estos son comúnmente mal identificados por los ciudadanos como “olor a estiércol”, cuando la realidad es otra bien distinta: son lodos provenientes de los concentrados de residuos contaminantes provenientes de los tratamientos de aguas, que son vertidos en los campos cercanos a nuestras casas.

En marzo de 2015 miembros de Ecologistas en Acción de Pinto detectaron un gran vertido de estos lodos en un campo de este municipio. El olor provocado por este vertido provocó náuseas y mareos a los testigos. Inmediatamente solicitamos información acerca de este incidente, ya que dados sus efectos, estos lodos podrían contener sustancias químicas perjudiciales para la salud, como metales pesados, bacterias o patógenos.

Ha transcurrido más de un año desde esa petición de información a la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid y no hemos recibido ni la más mínima respuesta. No sólo eso, si no que en el mes de Octubre, volvimos a detectar un nuevo vertido de las mismas características, esta vez en otro paraje distinto del municipio. Volvimos a solicitar información de la que todavía seguimos esperando respuesta.

Estos lodos, como cualquier producto residual de un proceso industrial, pueden contener sustancias tóxicas. Por ello es necesario que, antes de su vertido, se compruebe que cumplen unos requisitos mínimos higiénico-sanitarios, tanto para evitar la contaminación del suelo como la del aire

Es preciso por tanto identificar la procedencia de los lodos y el lote concreto al que pertenecen y analizar su composición. Deben tomarse además otras medidas de precaución, como la de no verter esos lodos cerca de núcleos urbanos ni cerca de pozos ni aguas subterráneas.

Desde Ecologistas en Acción de Pinto sospechamos que los lodos que se están vertiendo en nuestro municipio incumplen esas condiciones. Un lodo con el tratamiento físico-químico adecuado, por una vía biológica, química o térmica, mediante almacenamiento a largo plazo o por cualquier otro procedimiento apropiado, no debe nunca emanar esos olores nauseabundos, penetrantes y enfermizos que estamos respirando continuamente los pinteños.

Ecologistas en Acción lamenta que después de más de un año, sigamos sin saber si estos vertidos son legales o no y si por tanto suponen un riesgo para la salud de los vecinos.

No hace falta recordar que Pinto ya sufre desde hace décadas las emanaciones propias del vertedero controlado de Residuos Sólidos Urbanos de Pinto, uno de los mayores de la Comunidad de Madrid, donde se vierten residuos de 2 millones de habitantes, provenientes de más de 70 municipios, sin que Pinto reciba ninguna contraprestación económica. Por si fuera poco, sufrimos además el problema acuciante de los lodos.

Las emanaciones pestilentes que respiramos continuamente pueden tener consecuencias imprevisibles para nuestra salud y desde luego, para nuestro bienestar y la habitabilidad de nuestra ciudad. Ya va siendo hora de que los ciudadanos de Pinto digamos basta.