La desacertada licitación de 12 autobuses diésel por el Ayuntamiento de Valladolid el pasado septiembre [1] se ha visto agravada tras la reconsideración del concurso. Por problemas de incumplimiento de las condiciones ofertadas, la Comisión ha decidido quitar la adjudicación a SOLARIS en favor de IVECO que era la segunda clasificada. Esta decisión afecta, de forma decisiva, a uno de los contaminantes –los óxidos de nitrógeno- que tiene gran importancia en los problemas de calidad del aire en nuestra ciudad. En efecto, las emisiones de dicho contaminante (medidas en gr/km) declaradas por Solaris (que no era en este apartado la mejor oferta) eran de 0,17813 mientras que los autobuses finalmente elegidos en 2017 van a emitir 0,58000. Unas emisiones más de tres veces superiores en una ciudad que tiene problemas de contaminación asociados a los óxidos de nitrógeno. “Y estos autobuses estarán todo el día circulando por nuestras calles”, señala Ecologistas en Acción.

Ecologistas en Acción de Valladolid ya denunció el pasado septiembre que la empresa municipal AUVASA había licitado la compra de doce autobuses diésel por un importe de 2,9 millones de euros. “Considerábamos que apostar por el gasóleo, el combustible de automoción más contaminante, suponía un serio retroceso en el objetivo de conseguir un transporte público limpio, y daba la espalda a la política iniciada por el Ayuntamiento, hace ya dos décadas, de incorporar autobuses con combustibles menos contaminantes, como el gas licuado de petróleo (GLP) o, más recientemente, los vehículos híbridos adquiridos y presentados el verano pasado”, recuerda la organización ecologista.

Y añadían entonces que “se trataba de una decisión incoherente con el objetivo electoral de mejorar la calidad del aire en la ciudad, dado que el transporte público representaba en 2014 la décima parte de las emisiones contaminantes totales del transporte en Valladolid”.

Similar falta de consideración de los problemas ambientales se ha vuelto a producir; en este caso en el “Pliego de prescripciones técnicas para el arrendamiento de 14 vehículos destinados a la Policía Municipal” donde se piden “motores turbodiésel de al menos 110 CV”. Ecologistas en Acción de Valladolid denuncia la incoherencia de que se hable mucho de la importancia del vehículo eléctrico y se acabe por el contrario comprando vehículos diésel para los que, además, se anuncian restricciones importantes, e incluso prohibiciones, en muchas ciudades de Europa y del mundo. Por ello, Ecologistas en Acción vuelve a pedir la inmediata paralización del concurso.

La organización ecologista recuerda, además, que el Ayuntamiento tiene vigente desde 2011 [2] un “Plan de Acción para la Energía Sostenible en Valladolid” [3] que se basó en un Pacto de Alcaldes con la misma finalidad. El capítulo donde se señalan las acciones a realizar por la Administración Municipal señala para el futuro inmediato: “Todos los vehículos ligeros destinados a tareas de mantenimiento o transporte de personal, pasarán de tener motorizaciones gasoil o gasolina a ser con preferencia de tracción eléctrica, y en caso que esto no sea posible se usarán vehículos de tipo híbrido”. “Los planes están para cumplirse”, concluyen.