La 'Campaña de Solidaridad con Josep Pàmies» presenta nuevos datos sobre los últimos graves casos de contaminación por transgénicos en Cataluña y explica las actividades previstas en apoyo al agricultor.

Desde las 17:00 de esta tarde, un grupo de activistas de la 'Campaña de Solidaridad con Josep Pàmies» permanece colgado en la Seu Vella de Lleida para denunciar públicamente la situación de los transgénicos en Cataluña y en Aragón y para exigir la retirada de los cargos contra Josep Pàmies, un agricultor catalán acusado de haber causado lesiones a un agente de la autoridad en el transcurso de una acción pacífica en el año 2003. En las pancartas que portan se pueden leer los lemas: ”Pàmies lliure”, “Transgènics Fora. Ni a Catalunya, ni enlloc” y “Som lo que sembrem”.

Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción y Greenpeace apoyan la campaña “SOMOS LO QUE SEMBRAMOS. PÀMIES ABSOLUCIÓN”, cuyo objetivo es denunciar la imposición de los transgénicos por parte de las multinacionales y de determinadas administraciones cómplices, la falta de fundamento de las acusaciones contra Pàmies y el intento de criminalizar y reprimir a los sectores más críticos con los transgénicos.

El juicio, segundo de estas características en el estado español, tendrá lugar el próximo 11 de junio en Lleida. La acusación pide 4 años de cárcel y una indemnización de 50.000 euros a Josep Pàmies, agricultor y sindicalista histórico, por una ocupación pacífica de la subdelegación del Gobierno en Lleida el 13 de septiembre de 2003. Su argumento es la versión tergiversada de un guardia civil que ha manifestado que ese día se le produjo una lesión que le impedirá reincorporarse a la carrera militar.

Sin embargo, la realidad es que aquella mañana, siguiendo una convocatoria internacional de Vía Campesina, las organizaciones Asamblea Pagesa de Cataluña y Ecologistas en Acción de Aragón penetraron en el edificio, aprovechando un despiste del guardia en cuestión, para entregar a un funcionario unas muestras de un peligroso maíz transgénico de la multinacional Syngenta encontrado en la zona, el Bt176, y así denunciar la proliferación de campos de experimentación transgénica en Cataluña y Aragón.

España, el país de la UE que cultiva mayor superficie de transgénicos a gran escala, es un ejemplo claro de que los transgénicos generan una serie de graves problemas, tal y como se demuestra en el informe La Imposible Coexistencia [1] presentado hace un año por un conjunto de organizaciones agrarias, sociales y ecologistas. Últimamente se han sumado nuevos casos de graves contaminaciones, como el de la variedad autóctona de maíz “del Queixal”, que se reproducía en el Centre de Conservació Esporus de Manresa, o las contaminaciones en la mayor parte de las harinas de los piensos catalanes que se utilizan en ganadería ecológica.

Recientemente un grupo de expertos del Departamento de Ingeniería Genética de la Universidad de Caen, Francia, publicó en la revista científica “Archives of Environmental Contamination and Toxicology” un estudio en el que se demuestra que las ratas de laboratorio alimentadas con el maíz MON 863 de Monsanto muestran signos de toxicidad en el riñón y en el hígado [2] Sin embargo, la comercialización de este maíz está autorizada en la UE.

Tras 11 años de cultivo de transgénicos, se ha comprobado que:

- No reducen el empleo de productos químicos en el campo, sino todo lo contrario.

- Sus rendimientos son menores, o en el mejor de los casos equivalentes a los de las variedades no MG, tal y como lo ha reconocido recientemente el Departamento de Agricultura de EE.UU.

- Sus impactos sobre el medio ambiente están cada vez más documentados.

- No han aportado mejoras en la calidad de los alimentos, sino grandes incertidumbres sobre la inocuidad de los productos que contienen ingredientes MG.

- La aparición de malas hierbas y de adventicias resistentes a varios herbicidas, asociada a los cultivos MG, empieza a ser grave motivo de preocupación.

- No contribuyen a aliviar la pobreza ni el hambre en el mundo. Al contrario, las aplicaciones comerciales de la biotecnología en la agricultura están aumentando la brecha que separa a pobres y ricos.

“No debería ser juzgado un agricultor que ha destacado por su trayectoria de compromiso social y ambiental, sino quienes amenazan diariamente nuestra salud, la soberanía alimentaria y la biodiversidad”, afirman los portavoces de las organizaciones firmantes.

Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción y Greenpeace exigen:


- LA ABSOLUCIÓN PARA JOSEP PÁMIES.

- LA PARALIZACIÓN DE TODA LIBERACIÓN DE TRANSGÉNICOS AL MEDIO AMBIENTE mientras no se clarifiquen todas las cuestiones detalladas en este comunicado relativas a la evaluación de riesgos, el monitoreo y la calidad del producto.

- LA RETIRADA DE TODAS LASA VARIEDADES AUTORIZADAS EN EL ESTADO ESPAÑOL dado que la base legal para la aprobación del MON810 no se está cumpliendo.

- EL ESTADO ESPAÑOL LIBRE DE TRANSGÉNICOS en tanto en cuanto no se cumplan estas premisas.

OTROS ACTOS RELEVANTES DE LA CAMPAÑA:
- Jueves 7: Pase del vídeo “Tranxgenia: la história del bicho del maíz”, Biblioteca Municipal de Lleida, Sala de Proyecciones, 20:30h.
- Viernes 8: Mesa redonda: «Transgénicos, alimentación y salud» en el Teatro Municipal de Balaguer (Lleida) a las 21:00 h. Intervendrán, Pep Riera (Assemblea Pagesa), Juan Felipe Carrasco (Greenpeace), Jorge Hernández (Slow Food) y Josep Pàmies. Posteriormente tendrá lugar un concierto de solidaridad a cargo de Feliu Ventura a las 23h.
- Domingo 10: Manifestación bajo el lema «SOMOS LO QUE SEMBRAMOS. ¡Pàmies Absolución! ¡Transgénicos Fuera!», con comienzo en la Plaza Víctor Siurana (en frente del Rectorado) a las 12h. Apoyarán el acto diversas organizaciones sociales y ecologistas de los ámbitos catalán y nacional.
- Lunes 11: Concentración durante el juicio delante de los Juzgados a las 9:30 h.

Notas

[2] El artículo está publicado online por la revista científica Archives of Environmental Contamination and Toxicology; y será impreso en mayo. También puede encontrar un resumen